La certificación en granja, a través de la obtención del Sello “Granja Certificada”, forma parte de un sistema de aseguramiento de calidad, voluntario, basado en la autorregulación. En la producción primaria es complementario (a nivel de granja), al cumplimiento de la normativa oficial sanitaria y de inocuidad. Sin embargo es un programa de gestión privada, que nace del interés de la Asociación Porkcolombia – Fondo Nacional de la Porcicultura de liderar programas que permitan mejorar la competitividad de la industria porcina nacional.

Esta certificación permite identificar aquellas granjas que demuestren sus capacidades de realizar una producción que satisfaga los requisitos del cliente y los reglamentarios, enfocados a la mejora continua del proceso en granja por medio de la implementación de las Buenas Prácticas Porcícolas.

Los principales objetivos de la certificación en granja son:

• Mejorar la productividad y la competitividad de las empresas porcícolas participantes, permitiendo generar un producto diferenciador para el mercado nacional.

• Dar un valor agregado de calidad e inocuidad a la carne de cerdo colombiana, que permita poner al producto final a nivel de los mercados de carne de cerdo de alta exigencia.

El transporte es una etapa crucial que genera grandes pérdidas económicas en la cadena cárnica porcina por los desafíos a los cuales son sometidos los porcinos durante el viaje, entre los que se destacan las condiciones y la duración del recorrido, las paradas e hidratación de los animales, entre otros. De igual manera, intervienen factores relacionados con la infraestructura de las áreas de ayuno, embarque y desembarque de los animales, la formación del personal que interviene en el manejo de los porcinos, la interacción trabajador-animal y el compromiso de todos los actores y eslabones que intervienen en la cadena.

Para tal fin la Asociación Porkcolombia – Fondo Nacional de la Porcicultura  ha estandarizado parámetros en el marco del Programa de inocuidad y bienestar animal en producción primaria y transporte, los cuales permiten a los interesados en su implementación, identificar y gestionar factores de riesgo en el eslabón del transporte que potencialmente puedan afectar la calidad e inocuidad de la carne y productos cárnicos. Para un proceso de certificación transparente y asertivo, la Asociación Porkcolombia – Fondo Nacional de la Porcicultura cuenta con el apoyo de entes certificadores reconocidos y acreditados por el Organismo Nacional de Acreditación – ONAC, quienes tienen la labor de realizar la auditoría de certificación y certificar la conformidad del proceso evaluado.

Los principales objetivos de la certificación en transporte son:

• Mejorar las condiciones para el transporte, manejo y movilización de cerdos en pie, con el propósito de favorecer las condiciones de calidad e inocuidad de la carne y productos cárnicos destinados al consumo humano.
• Establecer un sistema de aseguramiento de la calidad estandarizado y certificable para el eslabón del transporte de cerdos en pie, con el propósito de favorecer las condiciones técnicas, de bioseguridad, sanitarias, y de bienestar animal.

En la actualidad, la producción porcícola está influenciada por la adopción de buenas prácticas de producción y sistemas de calidad que contribuyen a la inocuidad del producto, la sanidad animal, el cumplimiento de las normas medioambientales y de bienestar animal; que en conjunto, son cada vez más valoradas por los consumidores, generando mayor confianza en el producto final y permitiendo alcanzar nuevas y mejores oportunidades de mercado, a nivel nacional e internacional.

Desde hace algunos años en Europa y Norte América por diversas circunstancias éticas, sociales y económicas, se ha venido desarrollando normativa y legislación en materia de Bienestar Animal (BA), abordándolo como un tema obligatorio y prioritario para la evolución de la industria porcícola, ya que ha dejado de ser una opción para convertirse en parte de la imagen empresarial, de productividad, competitividad sostenible, y como prerrequisito para acceder a mercados internacionales.

Porkcolombia – FNP ha venido trabajando en pro de integrar el tema de bienestar animal a la cadena de producción; a través de la sensibilización a productores y profesionales, la elaboración y divulgación de material didáctico, la realización de eventos de socialización de la información y la adaptación de herramientas que permitan medir el nivel de bienestar animal en las granjas porcícolas colombianas.

Para la adaptación de dichas herramientas se tomaron como referencia los protocolos implementados en diferentes países que estuviesen relacionados con el diagnóstico del Bienestar Animal. Después de llevar a cabo el análisis de estos protocolos, y teniendo en consideración la practicidad y viabilidad  en los sistemas productivos colombianos, Porkcolombia-FNP definió trabajar bajo el marco del protocolo Welfare Quality^® Assessment protocol for pigs (WQ).

El protocolo adaptado “Manual para la evaluación del bienestar animal en la porcicultura Colombiana”, es un protocolo para la evaluación del bienestar animal de los cerdos en confinamiento a partir de una perspectiva multifactorial, en la que diferentes elementos se combinan para ofrecer una visión más amplia de la calidad de vida de los animales.  En este, el bienestar animal es abordado desde 6 principios básicos:

I. Buena alimentación

II. Buena salud

III. Buen alojamiento

IV. Comportamiento apropiado

V. Manejo del sacrificio humanitario

VI. Plan de contingencia ante emergencias

Estos principios se desglosan en 16 criterios, los cuales conforman listas de chequeo que consisten en medidas concretas para evaluar las condiciones de bienestar animal de la especie porcina, las cuales se adaptaron con base en las condiciones y necesidades de la producción porcina en Colombia.

Tabla. Principios y criterios para evaluar el bienestar animal.

Desde el 2017 en el área técnica, se ha venido aplicando este protocolo a cerdos en las etapas de levante y engorde, en 23 granjas del país y 19 en lo que va corrido de este año. A partir del mes de agosto, se empezara a aplicar el protocolo para evaluar las cerdas adultas y lechones lactantes en nuestras granjas.